Por qué es importante ir al urólogo y cuándo acudir a uno

Ir al urólogo es una cita que suele relacionarse con cuestiones generales del sistema urinario masculino. Además, este especialista también trata todo lo relacionado con el sistema reproductor del hombre. Hoy en nuestro blog os contamos por qué es importante que ir al urólogo y por qué motivos hacerlo. ¿Qué tipo de patologías trata? ¿Atiende solo cuestiones de salud masculina? ¿Qué puedo esperar durante una visita a un urólogo?

Si quieres ser papá, te interesa seguro conocer algunas de estas cuestiones. Te explicamos también algunas de las pruebas que realizan los especialistas en urología.

¿Qué es un urólogo?

El urólogo es el médico que diagnostica y trata enfermedades del sistema urinario. Esto incluye afecciones comunes pero también enfermedades menos frecuentes, que a veces afectan solo a los hombres pero en otras ocasiones, son exclusivas de las mujeres.

Por otra parte, puesto que el sistema reproductor masculino está íntimamente ligado al sistema urinario, el urólogo también interviene en cuestiones de infertilidad masculina. De hecho, esta es una rama en la que se especializa la Urología.

Aunque es cierto que los urólogos atienden con mayor frecuencia a hombres, también las mujeres pueden experimentar problemas de vejiga o cálculos renales. De hecho, las mujeres son más propensas a sufrir infección de orina y esta es una patología que en caso de complicarse, debe valorar y tratar un urólogo.

Ir al urólogo: ¿por qué es importante?

Cuando una persona está sana puede preguntarse, ¿por qué es importante ir al urólogo? Excluyendo los controles periódicos de los que hablaremos más adelante, es importante consultar a este especialista si se siente alguno de estos síntomas:

• Dolor al orinar
• Necesidad frecuente o urgente de orinar
• Incontinencia
• Presencia de sangre en la orina

En el caso exclusivo de los hombres que se plantean ir al urólogo, estos otros indicios también deben alertarles:

• Agrandamiento de la próstata
• Bulto en un testículo
• Hernia
• Dificultad para conseguir o mantener una erección
• Disminución del deseo sexual

Si no se detectan anomalías surge otra pregunta recurrente: ¿cuándo debo visitar a un urólogo? La respuesta es la misma que para cualquier otra especialidad, aunque es cierto que la urología abarca cuestiones más comunes y extendidas. Con el paso de los años es importante acudir con regularidad a los médicos, ya que muchos problemas pueden diagnosticarse en fases tempranas que facilitan su tratamiento y mejoran el pronóstico. Por eso muchos especialistas aconsejan una visita anual de control al urólogo.

Qué patologías se tratan en una consulta de urología

Como ya hemos mencionado, la urología abarca distintas especialidades, como pueden ser la urología femenina o la infertilidad masculina. Además, existen otras como la urología pediátrica, la oncológica o la neurourología.

Estas son algunas de las afecciones o patologías más comunes que se tratan en una consulta de urología:

• Infecciones del tracto urinario
• Cálculos renales, también llamados piedras en el riñón
• Incontinencia
• Prostatitis
• Prolapso de la vejiga. Esta patología es más frecuente entre las mujeres que han tenido un parto vaginal, ya que los músculos o tejidos se debilitan y la vejiga se “cae” de su posición habitual.
• Infertilidad masculina
• Insuficiencia renal
• Cánceres relacionados con el sistema urinario o el sistema reproductivo masculino
• Criptorquidia, que se trata en los niños poco después de nacer

La cita con el urólogo

Tanto si se detecta un problema previo a la consulta como si no, la cita con el urólogo no debe ser motivo de preocupación. Puede ser una consulta no invasiva y sencilla, que incluirá un examen físico general y un análisis de orina.

Si existe alguna anomalía, el urólogo puede solicitar una citoscopia, que consiste en examinar el tracto urinario inferior con una cámara muy pequeña.

La cita con el urólogo es importante para mantener una buena salud general. Si existe un problema, es fundamental recibir tratamiento para evitar que empeore y repercuta en otras partes del cuerpo.

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