¡Novedad! Financiación hasta en 24 meses sin intereses ni comisiones. Más info aquí

icon phone 900 053 653 icono Espacio del Paciente Minifiv Espacio del Paciente
Fertilidad 21 julio 2022 | By Minifiv
Comité Editorial Blog miniFIV

Estefanía y Lola: En nuestro caso, la maternidad siempre fue un proyecto conjunto

Hay muchas mujeres que sueñan con la maternidad como un proyecto compartido, que adquiere pleno sentido junto a otra persona. Y si hablamos de parejas de mujeres, sin duda la reproducción asistida es la respuesta a ese deseo de ambas. Los tratamientos de fertilidad han configurado un nuevo modelo de familia que en miniFIV vemos y ayudamos a diario.

Para ellas trabajamos e intentamos personalizar al máximo los protocolos. Nos dirigimos hoy todas las que estáis pensando si deseáis embarcaros en esta apasionante aventura. Os traemos un testimonio de método ROPA. Hemos hablado con Estefanía y Lola: dos mamás que por fin han cumplido una ilusión largamente esperada.

Por qué elegir el método ROPA

Estefanía y Lola siempre supieron que querían tener hijos juntas. “A las dos nos gustan mucho los niños y siempre tuvimos en mente ser mamás. En nuestro caso siempre fue un proyecto conjunto. Yo no sé qué hubiera pasado de no estar juntas, si hubiéramos sido madres en solitario o no, pero en nuestro caso era un proyecto de vida en común”, explica Lola.

Tanto es así que pensaron al principio realizar un tratamiento mixto, utilizando un óvulo de cada una, pero por motivos legales decidieron optar por el método ROPA. Con la Recepción de Ovocitos de la Pareja, una de las mujeres aporta un óvulo mientras que la otra lo gesta, de forma que ambas comparten el camino a la maternidad. “Era la manera más parecida a tener un hijo o hija que fuera de ambas. Y eso nos pareció precioso: formar parte las dos de tener un hijo juntas”, nos cuentan las protagonistas de este testimonio.

Al recoger este testimonio de método ROPA, como siempre surge la pregunta de qué papel tendrá cada y de quién depende esa decisión. En el caso de Estefanía y Lola, ellas ya tenían una idea y coincidía con la opinión del equipo médico. Por una parte, Estefanía quería vivir un embarazo y por otra, debido a la diferencia de edad, era más factible que Lola aportara sus óvulos. Por eso, más que nunca, fue un tratamiento consensuado, algo “muy natural”, explican ellas mismas.

Estimulación suave en miniFIV

Cuando iniciaron su camino a la maternidad, Lola y Estefanía estaban llenas de ilusión, pero se encontraron con una trayectoria más larga y difícil de lo deseado. Fueron cinco años de intentos en varias clínicas hasta que llegaron a miniFIV. El protocolo de estimulación suave fue decisivo para intentarlo y confirmaron su decisión en el transcurso del tratamiento. “No fue tan difícil como otros tratamientos previos que habíamos pasado porque la miniFIV es bastante respetuosa.”

El resultado no puede ser más alentador: unas semanas de tratamiento, un intento y hoy en día tienen a su bebé en brazos. En la foto podéis ver la preciosa familia que han formado. Pero, por desgracia, los pacientes a menudo viven con cierta preocupación el proceso, especialmente si previamente han tenido experiencias negativas. Las protagonistas de este testimonio no son una excepción. “Momentos difíciles… todos los del mundo. Veníamos de fallos de implantación, de abortos en semana 10… Por lo que en general un negativo daba miedo, pero un positivo también. Claro que siempre tienes la esperanza de que todo vaya bien, pero cuando ya llevas tiempo intentándolo, los miedos suelen ser más que cuando empiezas. Y eso, a veces, no te deja disfrutar del todo del proceso.”

De ahí la incredulidad cuando recibieron la noticia de la beta positiva. Se habían auto-convencido tanto de que tendrían que volver a intentarlo, que no podían creer la llamada de la clínica para decirles que iban a tener un hijo. “Fue una mezcla de sorpresa, excitación, ilusión y miedo”, recuerdan.

Que no se den por vencidas

Hoy la beta positiva es un niño precioso que les quita horas de sueño pero no les borra la sonrisa de la cara. Por eso aconsejan a las mujeres que quieren ser madres que lo intenten. Eso sí, siendo conscientes de que la reproducción asistida no es una ciencia exacta, y contando con los especialistas adecuados. “Ojalá todas las personas que pasan por tratamientos de este tipo lo consiguieran a la primera y todo fuera bien. Pero por muy sana que estés, por muy buen pronóstico que tengas, los embarazos son complicados y es importante ir con ilusión pero sabiendo que no es exacto. Recomendamos no darse por vencida y buscar los mejores médicos que se adapten a tus necesidades concretas.”

Además, del equipo médico, el equipo humano es fundamental en toda historia de maternidad por reproducción asistida. La pareja, la familia, los amigos, el entorno en general… Estefanía y Lola lo tienen claro: “Que se rodeen de gente que las pueda acompañar en el proceso, que a veces puede hacerse largo, duro y pesado, incluso solitario. Que estén preparadas para apoyarse y escucharse durante el proceso”.

Para terminar, nos dejan un bonito mensaje para todas esas mujeres que están buscando tener un bebé: “Cuando consigues quedarte embarazada y tienes a tu bebé en brazos, todo lo anterior desaparece. No desesperéis. Paciencia y mucho amor y ánimo.”